
Una lectora y buena amiga me escribió este mensaje: «Me lo estoy pasando genial con tu novela» – y añadió – ¡Te has montado un k-drama a tu medida!
He de reconocer que el comentario me resultó tan espontáneo como ingenioso. La novela, para los que no hayáis escuchado hablar de ella, tiene un argumento sencillo el cual, conforme se va desarrollando la trama, da pie a reflexiones sobre cuestiones más profundas. También permite dar unas pinceladas sobre lugares turísticos sobre los que se han escrito ríos de tinta, pero que no se han conectado antes con una historia de ficción ni creo que tampoco en la vida real.
Un grupo de jóvenes coreanos aterrizan en Santander. Su idea no es hacer «El Camino de Santiago», sino escribir una «Guía de Viaje» que resulte sugestiva y breve para los coreanos que acuden a España por razones espirituales. Esta guía estaría pensada para las parroquias de Corea y también de Europa y América, destino final de muchos sacerdotes coreanos actualmente.
Como muchos de sus compatriotas ya han visitado Santiago de Compostela o lo harán en años que no sean jubilares, tienen en mente ampliar el recorrido a otras ciudades de las que han oído hablar, pero de las que no tienen muchas referencias.
Desde Seúl, han contactado con el padre Kim, un sacerdote jubilado, nacido en Corea pero criado en México. El padre Kim está en Santander, invitado a un curso de verano en la prestigiosa Universidad Pontificia de Comillas y se ha ofrecido a coordinar los detalles logísticos y acompañar a los jóvenes a su llegada a España. Sin embargo, cuando se reúnen en el aeropuerto de Santander, el rostro preocupado del sacerdote delata que nada va a salir como estaba previsto…
La cosa se va complicando cuando la joven intérprete y mediadora cultural que les acompañará durante el viaje, a la sazón, de Murcia, va percibiendo que este viaje no es una casualidad ni un trabajo más.
Tras la trama romántica que va reuniendo algunos elementos de la narrativa de los «K-dramas»; triángulos amorosos, traumas sin resolver, comicidad y mucha inteligencia emocional en los diálogos y situaciones que enfrentan los personajes, hay también mucho de «choque cultural», aunque a mí me gusta también hablar de «afinidad cultural» y en esta novela en particular, de «afinidad espiritual».
Es en esta parte donde he podido incluir muchas referencias culturales que efectivamente, son importantes para mí. Yo tenía claro que quería conectar las tres ciudades santas españolas, tres de las cinco que hay en el mundo: Santiago de Compostela (Galicia), Santo Toribio de Liébana (Cantabria) y Caravaca de la Cruz (Región de Murcia). Pero para hacerlo no necesitaba que los coreanos fuesen a Suances. Eso fue una decisión personal, pues quería escribir sobre un lugar que conozco bien y por el que también pasa «El Camino de Santiago» y es ruta muy estratégica para realizar «El Camino Lebaniego».
También hay algunos detalles personales en la banda sonora; «el OTS de la novela». Para los que ven «k-dramas», series dramáticas de Corea del Sur, es casi tan relevante comentar las series como la música que las acompaña. Yo suelo describir las producciones coreanas como experiencias no solo emocionales sino sinestésicas. La sinestesia es la condición de una persona de poder oír colores, ver sonidos o apreciar texturas cuando saborea algo. No todo el mundo tiene esta capacidad, pero yo siento esta experiencia al escribir. El texto cobra sonido y la música se convierte en texto. Por eso, mis novelas son muy visuales y… con un poco de imaginación, creo que el lector podría incluso tararear algunas canciones. Y sí, lo confieso, estas canciones elegidas para ambientar algunos de los momentos cruciales de la novela tienen una gran carga emocional para mí. De hecho, son temas góspel y soul y alguna balada romántica como la del famoso dueto de David Bustamente con el fallecido Alex Casademunt de la primera edición del reality «Operación Triunfo»; «Dos hombres y un destino». Aunque si la novela tiene un compositor de cabecera, ese es el surcoreano Isaac Hong y sus conciertos en directo.
La novela «LOS PEREGRINOS DE COREA», por tanto, recorre lugares significativos para mí, pero hay otros que no he visitado nunca. Me he documentado sobre ellos y he viajado a través de los personajes. Entre estos parajes está León, en España, con una historia a medio camino entre la historia y la leyenda sobre «El Santo Grial» (como tantos sitios ligados a la cristiandad, los creyentes no buscamos la certeza histórica sino la emoción que genera venerar aquellos objetos que evocan el Evangelio y que ya fueron venerado por otros en el pasado) y el «Jeju-Olle» en Corea del Sur.
El «Jeju-Olle», conocido como «el camino de Santiago de los coreanos», me permite introducir a los lectores españoles un libro que leí en inglés: «Las Cartas de San Andrés Kim Dae-geon». A este santo, que yo considero un gran peregrino, en el sentido primario y secundario de la RAE, esto es, aquel que va a un lugar por razones religiosas y también, aquel que anda o viaje por tierras extrañas que presentan dificultades, en Corea, hoy van a venerarlo muchos cristianos desde muchos lugares de Asia y yo espero, si alguna vez viajo a Corea, visitar algunos de los lugares por donde la Iglesia de Corea ha repartido sus reliquias. Su vida, su carismática personalidad, su inteligencia y modernidad, junto a su sacrificio personal lleno de amor y de fe, me conmovieron profundamente.
Encajar su historia en una novela romántica tenía su problemática. Pero los escritores creyentes o espirituales, tenemos una ventaja literaria sobre los que no lo son. Realmente creemos en algo que se llama «la comunión de los santos». Si hay una vida más allá de la que conocemos, también es posible sentir la presencia de los que se fueron en nuestras vidas porque todas las almas estamos conectadas. Digamos que, yo solamente puse esa idea en los personajes…
Pues termino ya este post anunciando que, si todo va bien, este verano la novela «Los peregrinos de Corea» se vendrá de vacaciones con mi familia y amigos lectores a descubrir algunos de estos lugares por primera vez o redescubrirlos en otros casos.
Ya os lo iré contando en este blog. ¡Seguro que mis ojos miran antes con los ojos de los personajes y luego con los míos!
Si quieres viajar y sentir con esta historia, te animo a seguir mi blog y a conseguir la novela en este enlace de la editorial LABOR VIVA. Las ventas están destinadas a la inclusión laboral de personas con discapacidad.
