
Dudo mucho que los personajes de mi última novela «Los peregrinos de Corea» sintiesen más emoción al divisar en el horizonte las torres de la Catedral de Santiago de Compostela que yo, al localizar al fondo de la explanada donde se alza el conocido «Monumento a los Caminantes», el emplazamiento del «Monumento al Jeju-Olle»
Fue instalado el pasado mes de julio para simbolizar la fraternidad entre la Xunta de Galicia y la provincia de Jeju, donde un conjunto de senderos recorren la isla del mismo nombre, situada al sur del Corea, y en donde yo ubico la parte de la trama que me permite conectar y explicar a los lectores algunas pinceladas de cultura coreana y española en relación a las creencias y tradiciones que nos unen más que nos diferencian.

A las sonrientes deidades coreanas que protegen los senderos en Jeju y que ahora ven pasar a miles de peregrinos, les agradecí su inspiración, confiando en que las líneas que les dediqué en la novela hayan sido de su agrado.
A los pies del «Monumento a los Caminantes» arranqué una página de la novela y la deposité bajo una de sus piedras, fundiéndose con los anhelos y plegarias de los que hasta allí llegan movidos por diferentes razones que sólo su corazón conoce y que sus pasos desvelan.
Mi familia, que me acompaña en esta particular «ruta literaria veraniega» estaba muy entregada al objetivo de localizar el monumento coreano. Quizás por lo reciente de su ubicación aún no me aparecía en Internet y como las noticias oficiales hablaban que estaba situado en el tramo «Arca» del Camino, sin precisar dónde, a punto estuvimos de no encontrarlo a pesar de su excelente localización. Finalmente, la Embajada de Corea del Sur, con su amabilidad habitual, nos consiguió las coordenadas en Google Earth y pude cumplir mi pequeño sueño de llevar mi libro al «Jeju-Olle», al menos a su pequeño rincón en Galicia, y visitar en la misma jornada Santiago de Compostela.



No sé si el monumento coreano está pensado para hacerse fotos sobre el «caballito ganse», que es la señalización usada en los senderos de Jeju, como en los Caminos españoles que conducen a Santiago usamos las flechas amarillas. Tengo entendido que en Corea sí funcionan como pequeños bancos para reposar. El caso es que, tras hacer las fotos, me quedó la duda de si estaría solo para ser contemplado y sin quererlo, estoy yo incentivando el vandalismo (perdón, por si fuera el caso)
En Santiago de Compostela fue difícil, sino imposible, visitar al Apóstol. La bulliciosa y acogedora ciudad que he visitado en varias ocasiones, en eventos multitudinarios y también en fechas menos señaladas, ha blindado su magnífica Catedral, pensada para acoger a grupos numerosos de fieles, peregrinos o simples turistas, haciendo impracticable la entrada natural por el impactante «Pórtico de la Gloria» del Maestro Mateo. Lo pudimos visitar con su policromía, recuperada hace pocos años, previa reserva por Internet. Sorprendentemente, el Pórtico se visita como un Museo, como una atracción cultural y no como lo que es y para lo que fue diseñado; para recibir a los peregrinos narrando el Evangelio con su alegoría en piedra y premiar su esfuerzo como anticipo del abrazo al Apóstol, que ahora tampoco es posible.

Respetuosamente creo que la protección del patrimonio y la protección de la salud pública, con todas las restricciones impuestas por la pandemia, no deben hacernos olvidar que las catedrales son templos donde vive Dios esperando nuestra visita y que algunos templos, declarados «lugares santos de la Cristiandad», por custodiar reliquias veneradas durante siglos por peregrinos de todo el mundo, deberían trabajar por ser los más accesibles y los que ofrezcan más misas para peregrinos, más confesionarios con sacerdotes dispuestos a la escucha de los visitantes, más eventos religiosos, incluidos los ecuménicos, para que la experiencia espiritual no se diluya en los Jubileos venideros que se celebren sea en SANTIAGO, en SANTO TORIBIO DE LIÉBANA, en CARAVACA DE LA CRUZ en la Región de Murcia o en Corea del Sur, donde el Catolicismo representa junto al Protestantismo un número de creyentes significativo y donde se celebran Jubileos puntuales, como el del 200 Aniversario de San Andrés Kim Dae-geon, el primer sacerdote católico coreano de cuyas cartas, traducidas al inglés por dicha efeméride, me hago eco en la novela por su gran valor histórico y espiritual.

Si alguna vez visitáis Jeju, el Memorial de este formidable santo que murió con 25 años, se encuentra en el sendero 12 del Jeju Olle. También tengo entendido que en el sendero 1, en breve, se colocará un «Monumento al Camino de Santiago». Estas fotos me las envió desde Jeju el poeta y artista plástico, Hanyong Jeong, el primer artista coreano que colabora solidariamente con Labor Viva y al que me une una entrañable amistad.



Corea del Sur es el país asiático que más peregrinos aporta al Camino de Santiago. Antes de la estadística, antes del «boom» que supusieron los libros sobre su experiencia como peregrinas de dos periodistas coreanas, antes de la creación del «Jeju Olle», inspirado en las rutas costeras y diversos caminos rurales que ponen en valor los Caminos de Santiago en España, antes de los «realities» de la periodista y de artistas católicos, muy famosos del K-pop y los K-dramas recorriendo la ruta jacobea…antes, hace 240 años, los laicos coreanos buscaron por sí solos, sin misioneros ni sacerdotes que los guíasen, descubrir al mismo Dios del que hablaba en la Hispania del siglo I, el Apóstol Santiago.
Creo profundamente que todos los caminos y sus encrucijadas nos permiten encontrarnos a nosotros mismos y reconocer el rostro de Dios en cada persona que conocemos.
Yo veo ese rostro, especialmente en las personas con discapacidad que con tanto oficio y cariño trabajan en la editorial inclusiva LABOR VIVA que edita y comercializa la novela «Los peregrinos de Corea» sin ánimo de lucro.
La novela la podéis conseguir en la web http://www.latiendalaborviva.com en español y en inglés.

Otros puntos de venta son las Librerías y tienda online de AGAPEA, lacHospedería del Carmen de Caravaca de la Cruz, las Librerías/Estancos de Suances… y en vuestra LIBRERÍA si tú quieres, sólo pídeles que contacten con la editorial en el mail laborviva@feycsa.com
El ebook está disponible en Amazon y Kindle Unlimited, en español y en inglés. (Para la edición en coreano Labor Viva necesitará algún tipo de ayuda… )
También se presta la novela en BIBLIOTECAS del Centro Cultural Coreano en Madrid, Asociación Hwarang en Madrid, Biblioteca Regional de Murcia, Elena Soriano en Suances, El Perelló en Valencia…
Labor Viva es una editorial pequeña, independiente y yo una persona con muchas obligaciones profesionales al margen de la escritura, por lo que no tengo una «agenda de presentaciones» . No obstante, no pude resistirme a presentar «Los peregrinos de Corea» el pasado 5 de agosto en Cantabria, donde arranca la historia, siendo acogida con gran calidez y el próximo 25 de noviembre, la Fundación Caminos de Caravaca me ha invitado a hablar de ella en unas Jornadas Internacionales en la Región de Murcia, lo que me hace mucha ilusión, porque allí finaliza la novela.
Me dicen los que la han leido que les ha gustado mucho, que les ha hecho bien leerla, que es muy bonita e interesante, así que el esfuerzo de escribirla ha valido la pena y espero que siga viajando y llegando a muchos corazones.