
¿Queréis creer que he tenido que escribir una novela para descubrir la Iglesia parroquial de Santiago Apóstol en Ongayo (Suances, Cantabria)? Pues sí, así es, ni siquiera la había visitado cuando escribí sobre este lugar y debo deciros que ha valido la pena su elección como punto de partida espiritual de la novela: El templo es precioso, conservado tal cual era en el siglo XVIII, recuerda a las iglesias de piedra del románico medieval. Aunque lo que impacta es su ubicación en una suave ladera de verdes prados desde la que se ofrece una vista infinita de los montes y picos de la cornisa cantábrica. Es un lugar de paz, con esa claridad eterna que ofrece su pequeño camposanto adosado al templo y la bucólica área de descanso con mesas y bancos de piedra a la sombra de los árboles que invita a reposarse en ellas.
Yo quería rezar allí, como el párroco local reza en la novela por los personajes cuando comienzan su particular ruta hacia los lugares santos en España. Por eso, mi familia y yo nos hemos acercado a la misa dominical en esta pequeña Iglesia, muy próxima a Suances.

La Iglesia de SANTIAGO, en Ongayo, debe su advocación a la tradición jacobea de las peregrinaciones. Delante de una imagen del apóstol que preside el altar, he dado las gracias a Dios por poder viajar a Santiago de Compostela en los próximos días, en un año especialmente jubiloso para los creyentes (Xacobeo 2022, prórroga del 2021 concedido excepcionalmente en atención a las restricciones que hubo por la pandemia por deseo del Papa Francisco).
Me emociona poder viajar a Santiago de Compostela con mi marido y mis hijos veinteañeros. Los tres han leído la novela «Los peregrinos de Corea» y la han disfrutado, lo que ha sido una gran alegría para mí, porque al viaje turístico y espiritual, se suma que ahora podemos compartir «el viaje literario» y comentar detalles y anécdotas del libro.
Para los que no hayáis leído la novela, Thomas, Andrew y John son tres jóvenes de Seúl que quieren escribir una guía de peregrinación – en coreano – a los lugares santos que hay en España: Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana y Caravaca de la Cruz. En la novela, como en la vida real, los bautizados coreanos tienen un nombre -católico – que añaden al nombre de familia coreano. Yo decidí, para facilitar la lectura a los lectores no familiarizados con la cultura coreana, referirme a ellos por sus nombres católicos.
En la trama, hay un cuarto camino – el Jeju Olle – que discurre por Corea del Sur y que popularmente algunos llaman «El camino de Santiago de los coreanos» del que os hablaré en próximos posts… (Os invito a seguir el blog y mis cuentas en redes sociales y escribirme siempre que queráis para comentarla)
Sin ánimo de desvelaros el argumento de esta novela de amor, con un trasfondo cultural y espiritual, os extracto una parte del Capítulo 5, donde hago mención a la Iglesia de Santiago de Ongayo (en Suances ,Cantabria).
— ¡Este es el plan! – comienza a exponer Thomas enfatizando su discurso con su profunda voz de barítono que atrapa la atención desde el primer momento; – Desde 2015, la UNESCO declaró a todos los Caminos del Norte de España, también llamados Caminos de la Costa, Patrimonio de la Humanidad, como ya lo era desde 1993 el Camino Francés, que es el camino que discurre por el interior. Este último es el más conocido y transitado hasta la fecha por los peregrinos coreanos. Es el que se inicia en Roncesvalles (en Navarra) y llega a Santiago de Compostela tras 930 kilómetros recorridos en unas 37 etapas, de una media de 25 kilómetros diarias atravesando Navarra, Logroño, Castilla y León hasta llegar a Galicia. Como es el más conocido, es justamente el que nosotros no vamos a hacer. Además, tenemos un segundo motivo, importante para nuestro afán de conectar los lugares santos…— y hace una teatral pausa.
Los rostros de todos en la furgoneta permanecen expectantes mientras Thomas se toma unos segundos para dar la vuelta al mapa y mostrarles la ruta con su dedo índice.
— Optar por El Camino del Norte nos permite realizar también El Camino Lebaniego en Cantabria, sin desviarnos demasiado de la ruta costera hacia Santiago de Compostela, y en un mismo viaje, visitar dos de los tres lugares santos en España. Seguid mi dedo ¿veis? Estamos aquí, en Suances. Este pueblo turístico al que hemos venido por puro azar, realmente es estratégico, porque está muy bien conectado con el aeropuerto de Santander y próximo al de Bilbao, tiene una amplia oferta hotelera y también un albergue de peregrinos y os contaré lo mejor: Hay una Ruta Histórica del Camino de Santiago desde aquí mismo, bueno, un poco más allá, desde la Barquería que cruzaba el paso de la Ría de San Martín, esa enorme corriente de agua dulce que hemos visto desembocar en el mar. Esa ruta empezaba en Cortiguera, un pueblo del término municipal de Suances. He hecho mis indagaciones y efectivamente, en el año 987 ya hay constancia de la existencia de una “vía antigua” y el padre Celedonio me ha dicho que hay una pequeña Iglesia conocida como de Santiago, a la que él va a acudir esta mañana para decir una misa en la que pedirá por nuestra misión. ¿No os dais cuenta? ¡Podemos empezar desde aquí y ahora mismo nuestra peregrinación a los lugares santos con la bendición del sacerdote de este lugar!

PARA LEER LA NOVELA tienes varias opciones: Puedes conseguirla en http://www.latiendalaborviva.com, en las librerías Agapea y en Amazon (en Ebook y Kindle Unlimited). Elige la edición española original o la edición en inglés.
Si pasas por Suances, puedes conseguirla en los estancos/librerías en la playa y en el pueblo. También te la prestarán en la Biblioteca Elena Soriano.
Este libro, por último, tiene un fin solidario, pues todos los royalties de la novela se destinan a la creación de empleo para personas con discapacidad en LABOR VIVA, el servicio editorial inclusivo que crea puestos de trabajo para personas con discapacidad y que edita la novela.